Matemáticas de cuchufleta

9.6.06

¡Publicad, malditos, publicad!

Uno de los retos, a la vez personales y laborales, del matemático profesional, es publicar regularmente en revistas de matemáticas. Esto es fuente de satisfacción para la mayoría, la satisfacción de haber llegado uno a algún resultado novedoso que nadie había descubierto antes; pero, para algunos, también es fuente de frustración y de irritación al toparse con la barrera de los referees que implacablemente les devuelven los artículos, bien por errores en el mismo o porque no se ajusta a los estándares de calidad de la revista. Los referees son a las publicaciones científicas lo que los árbitros a los partidos de fútbol, son los que deciden en último término si el artículo es aceptado o rechazado, y de esto depende el prestigio y el orgullo de quien o quienes han escrito el artículo (pues muchos de ellos son colaboraciones entre dos o más investigadores), pero también depende la provisión de fondos que se le haga al departamento correspondiente o al propio investigador a través de proyectos de investigación; en definitiva: a las lentejas de cada día, lo que magnifica los rechazos de pequeño inconveniente a tragedia troyana.
Miguel de Guzmán y Claudi Alsina cuentan al respecto una anécdota muy divertida en su libro “Los matemáticos no son gente seria”, cuya referencia completa incluyo más abajo. En una importante revista matemática, un referee hizo el siguiente informe:
“Los autores han obtenido resultados nuevos e interesantes; la lástima es que los interesantes no son nuevos y los nuevos no son interesantes”, el cual no deja de recordarme el famoso epígrafe de Quevedo:
“Voy a hablarte ingenuamente
tu soneto, don Gonzalo,
si es el primero, es muy malo;
si es el último, excelente.”
La necesidad de publicar no se limita tan sólo a las matemáticas, también está muy presente en otras ciencias. Seguro que todos recuerdan el escándalo del equipo de científicos coreanos que falseó los datos de sus experimentos sobre las células madre (al final, el caso se les salió de madre y ya ha provocado la dimisión (no se sabe si voluntaria o sutilmente sugerida por sus superiores) del director del equipo, Hwang Woo-Suk, fraude provocado entre otras causas, aunque sin duda en absoluto justificado, por la presión por publicar a la que estaba sometido el equipo (el problema vino cuando se pasó de la “presión” a la “impresión”) .
Quisiera terminar con una anécdota propia: en uno de mis artículos publicado conjuntamente con otro profesor, uno de los artículos que publiqué hace ya unos cuantos años, en una de las frases en las que queríamos poner “phase shift” (“desplazamiento de fase”), el referee nos hizo notar que por error nos habíamos comido la “f” y puesto “phase shit” (“mierda de fase”). El referee no hizo ningún comentario explícito al respecto y se limitó a rodear varias veces con un círculo la expresión en cuestión. Pese al desliz, el artículo fue finalmente aceptado y publicado.

La referencia completa del libro que mencioné antes es: Claudi Alsina y Miguel de Guzmán. "los matemáticos no son gente seria". Editorial Rubes (1998)


 
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